Osteopatía orofacial y de la ATM
¿Cómo ayuda para el dolor facial y mandibular?
Hasta un 30% de la población (Habane 2007) sufren problemas mandibulares y orofaciales, tales como; dolor a la masticación, chasquidos, dolor facial, cefalea, problemas de deglución, de la fonación o de la respiración, entre otros. Muchas de estas personas toman medicación para paliar el dolor o en el mejor de los casos suelen ser derivadas al odontólogo o máxiolfacial, pero existe un campo especializado de la osteopatía (de las disfunciones orofaciales y mandibulares) que puede ser de gran ayuda para ellos, ya que el tratamiento es muy efectivo.
Existe una relación mecánica entre la mandíbula y las cervicales (Gerdi 2008), además se ha demostrado que sistema estomatognático y la postura (Cuccia A, Caradonna C 2009) están íntimamente relacionados y por tanto la mayoría de desequilibrios mandibulares y faciales suelen ser consecuencia de adaptaciones a alteraciones posturales y el tratamiento de estas alteraciones es la puerta de entrada del osteópata y la clave del éxito del tratamiento. En los casos en que las disfunciones no son adaptativas y son propias de la mandíbula, como los problemas de oclusión el tratamiento será odontógico (en estos casos el osteópata también podrá realizar una función de apoyo al paciente para ayudar al tratamiento del dentista.
¿Qué síntomas puede presentar una persona con problemas orofaciales?
Dolor facial o relacionado con la mímica
Problemas respiratorios
Dolor mandibular, en la boca o en los dientes
Problemas de masticación
Dolor al tragar
Problemas de oído (zumbidos, mareos o pitidos)
Cefalea y dolor cervical
Bruxismo
¿Cómo actuará el osteópata en estos casos?
En primer lugar el terapeuta realizará un interrogatorio profundo al paciente acerca de la naturaleza del dolor y de su historia médica en general, la finalidad de esta entrevista es orientar el diagnóstico para dirigir la exploración, descartar patologías graves y saber si en el caso en cuestión la osteopatía puede ser útil o se debería derivar a un dentista u otro especialista.
En segundo lugar el osteópata explorará:
Y por último la menor parte de la primera visita se dedicará al tratamiento, decía Knapp odontólogo y osteópata en 1984 que el diagnóstico es el 75% del éxito tratamiento y que la técnica sólo el 25%.
Las técnicas escogidas en estos casos suelen ser funcionales, de reeducación respiratoria y/o de la fonación, acompañadas de ejercicios y técnicas suaves a nivel craneal, cervical y dorsal.
Un tratamiento de osteopatía nunca debe ser invasivo o agresivo y por tanto las técnicas deben ser seguras asegurando el confort máximo del paciente.